Hoy quiero referirme al caso de Juan María Villa García, conocido como «Chómpiras».
Considero un abuso lo que está ocurriendo con este hombre de trabajo y un agente de la DIGESETT. Me apena e indigna, especialmente considerando la mala imagen que tiene esa institución ante la sociedad.
Todos saben que respeto y tengo buenos amigos en la DIGESETT; de hecho, mi cuñada trabaja en la Dirección General. Sin embargo, nunca he estado de acuerdo con los abusos, y menos cuando se cometen contra una persona que trabaja hasta 20 horas al día.
Conozco bien a Chómpiras, y les aseguro que en Monte Plata son pocos los comerciantes con su nivel de solidaridad. Así de grande es su corazón: no hay persona que llegue a su negocio con hambre y no reciba un plato de comida. Lo he visto muchas veces aliviar el hambre de mendigos, enfermos mentales y, en más de una ocasión, de policías.
El abuso que se está cometiendo en su contra debe llamarnos a manifestar nuestro rechazo por cualquier vía, ya que su familia sufre al estar privada de la compañía y apoyo de su guía.
Cabe destacar que Chómpiras genera más de 20 empleos directos con su pequeña empresa.
Hago un llamado a la Cámara de Comercio y Producción, así como a los amigos del Director de la DIGESETT, General Ozoria, para que intervengan y procuren mediar en esta situación. Es necesario que un hombre ejemplar y trabajador recupere su libertad.
Hoy es Chómpiras, pero mañana podría ser cualquiera de nosotros
@Digeseet
@destacar